Mauro Moreno / El Diario

martes, 20 septiembre 2022 | 18:57

Luego de que la mañana del martes, acudieran inspectores de Coespris a la carnicería Ledezma en el centro de la ciudad para inspección y determinaran la suspensión de actividades, la Unión de Tablajeros acudió también para apoyar a su agremiado y convocaron a medios de comunicación para denunciar falta de profesionalismo por parte de los representantes de la autoridad sanitaria.

Uno de los afectados se mostró descontento debido a que su negocio ya tiene más de quince días cerrado, pues le marcaron algunos puntos en los que precisaban falta de mantenimiento al inmueble, cosa que el propietario siente que no era necesaria la suspensión, pues no tenía nada que ver con los alimentos.

La Unión de Tablajeros de Delicias resolvió realizar un pliego petitorio en el cual expondrá sus inconformidades y lo hará llegar a la instancia correspondiente, pues se dijo que a pesar de que el Gobierno Municipal les está apoyando muy de cerca, no se les resolvió nada de lo que acordaron en la anterior reunión que tuvieron con el Estado, por lo que buscarán nuevamente el acercamiento

Agradecieron al alcalde de Delicias el auxilio, pero mencionaron que esta vez serían ellos mismos quienes harían llegar la queja al secretario de Gobierno, César Jáuregui, pues al suspenderles de tajo la actividad en sus negocios, les afecta considerablemente tanto a ellos como a sus empleados y familias.

"Somos gente de diálogo", expresó el propietario de la Salchichonería Cuahutémoc, quien mencionó además que están en la mejor disposición de trabajar juntos en favor de la ciudadanía, pero que solicitaban tolerancia en algunos puntos, además de que no les cerraran en el acto el negocio y les dieran oportunidad de buscar opciones.

Estas son las declaraciones de los quejosos, pero por parte de la Coespris no ha habido respuesta y según los mismos afectados, los inspectores se niegan a dar su identificación al momento de inspeccionar un comercio.

Por último en el lugar de la suspensión el día de hoy, el propietario de la carnicería solicitaba a los demás miembros de la Unión de Tablajeros el apoyo para guardar la carne, que si se quedaba en el local, muy probablemente se echaría a perder.