Opinión
Édgar Octavio Jaramillo Villalobos / Editorialista
lunes, 03 octubre 2022 | 12:10Hola, como cada semana es un honor que ahora mismo te encuentres leyendo mis crónicas, de verdad gracias por tomarte el TIEMPO, un enorme tesoro que poco a poco se va olvidando, el darnos el regalo de la lectura, siempre, siempre, siempre, será de gran valía tener un libro o una buena lectura entre las manos, por supuesto si se acompaña de un buen café, o un buen vinito, el placer será aún mayor.
El tiempo pasa y nunca vuelve atrás, vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello, con lo cual se hace inevitable el decir… me falta TIEMPO, entre el trabajo, los hijos, los amigos, y las mil y un actividades de nuestro diario vivir, la excusa perfecta es, “no tengo TIEMPO”…más sin embargo a frase tomada del escritor estadounidense H. Jackson Brown: - “No digas que no tienes suficiente tiempo, tienes exactamente el mismo número de horas que tuvieron Luis Pasteur, Madre Teresa, Leonardo da Vinci y Albert Einstein", lo que refiere que nunca debes decir que te falta tiempo porque eso es mentira, todos los seres humanos tenemos exactamente el mismo número de horas en el día, que el número de horas en el día que tenían esas personas que lograron grandes cosas a lo largo del tiempo, a ellos nunca les faltó tiempo para lograr lo que lograron, eso significa que a nosotros tampoco.
Hay un momento para todo y un TIEMPO para cada cosa, hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar, un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse, un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar, un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar, un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz, pero, sin dudarlo hay uno que estamos perdiendo, que no damos, que en estos tiempos se hace importante y valioso, un tiempo que todos podemos regalar…. el TIEMPO DE ESCUCHA, el tiempo del otro, aquel que le damos a quien tiene algo que decir y su mayor deseo en ese momento es el ser escuchado por alguien más, el acto de escuchar lo definiría como “un prestar, un dar, un don”, donde el otro vuelve a ser nuevamente el centro y la escucha se convierte en un tiempo del otro, un tiempo de dar, escuchando.
A diferencia del tiempo del yo, que nos aísla y nos individualiza, el tiempo del otro crea una satisfacción, un ganar-ganar, por eso es un tiempo bueno, los profesionales de la Mediación tenemos la oportunidad de contribuir en la construcción de este tiempo de escucha, y ofrecer a la sociedad soluciones a través del diálogo, que siempre comienza con una escucha activa, pensemos y analicemos…si la vida es tan corta, porqué hacer cosas que no nos gustan y porqué nos gustan tantas cosas que no hacemos,
Espero que esta crónica nos hará reflexionar sobre el valor del TIEMPO y la necesidad de aprovecharlo… ¡Cada instante es único¡
Me despido como cada miércoles con una frase, ahora del Filósofo y escritor Español Baltasar Gracián:
“Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene, lo posee”
Contacto: LJ_ abogados@outlook.com
Lic. Édgar Octavio Jaramillo Villalobos
Mediador y Abogado, consultor experto en resolución de conflictos.