Mauro Moreno / El Diario

sábado, 19 noviembre 2022 | 18:50

Los motores de las motocicletas rugían al unisono, en un grito de tristeza por despedir a un "Biker caído", decenas de vehículos de dos ruedas, marchaban detrás de la carroza que trasladaba el féretro con los restos de quien en vida llevara el nombre de Ernesto Herrera, quien falleciera a consecuencia de un accidente vial a bordo de su corcel de acero, hacia lo que sería su última morada, el camposanto.

La muerte de un motociclista repercute siempre en las vidas de los homólogos, que ya sea por transporte o trabajo, tienen la necesidad de trasladarse a bordo de este tipo de vehículo, en el que el chasis es el mismo conductor y que en un accidente, no importa si es el responsable o no, pues en cualquiera de los dos casos, siempre son estos quienes resultan perjudicados

Ernesto fue velado en su domicilio en la calle Valle de Atemajac de Colinas del Valle, en el mismo fraccionamiento en el que perdió la vida, a menos de un kilómetro de su casa y fueron motociclistas del grupo Repartilokos, quienes al sentirse identificados acompañaban a la familia en su dolor y le dedicaban a Ernesto los rugidos de sus motos.

El servicio religioso se llevó a cabo este viernes a las 3:30 de la tarde en el templo San Juan Diego de la calle 31 entre las avenida Octava y 10, de ahí partió el contingente al camposanto, mientras motocicletas de diferentes cilindradas seguían la carroza haciendo rugir los motores para despedir a Ernesto.

La situación hace reflexionar a los guiadores de motocicletas y en el grupo Repartilokos, algunos de los miembros comparten mensajes con palabras para concientizar a sus compañeros, uno de ellos, de nombre Eddy Ochoa, solicitó que se mantengan a la expectativa y conduzcan con precaución y a la defensiva.

Además dijo: "Quiero pedirles su apoyo, estos días navideños habrá más tráfico, tanto de personas como vehículos, para que tengamos conciencia carnales y tengamos mucho cuidado, para hacerles también mención de que aquí en el grupo hay apoyo en caso de que lo requieran y aprovechando que estamos presentes en casi toda la ciudad, ayuden compartiendo los accidentes que vean para tratar de darles atención más rápido".

Todo esto es parte de los sentimientos y conciencia que despierta en los motociclistas, el enterarse de que alguien perdió la vida a bordo de su corcel de acero.