Contextos y Pretextos
MIGUEL HERRERA GOLARTE/El Diario
viernes, 03 septiembre 2021 | 11:11Hoy hace 21 años falleció mi tía Socorrito… un 3 de septiembre del año 2000… había nacido en 1921, un 20 de noviembre, en la Hacienda La Candelaria del Municipio de San Pedro de las Colonias en el estado de Coahuila… Hace la friolera de casi CIEN AÑOS…
En el 2004, en la presentación del libro “CRUJEN LOS RECUERDOS” escribí:
“… sus padres fueron Ricardo Herrera Zapata (que toda su vida fue agricultor) nacido en la misma Hacienda y Eulalia Jáuregui Castro (Lalita), originaria de Nazas, Durango. Socorrito fue la sexta de los hijos de dicho matrimonio.
Antes que ella nacieron tres hermanas, que murieron al poco tiempo de nacidas y dos hermanos, cinco años después del nacimiento de ellos, nació en la ex Hacienda de las Garzas, Municipio de La Cruz Chihuahua, su hermano menor.” Y continuaba:
“La familia, con motivo de la Revolución y la situación económica, emigró en diversas ocasiones. Así, de 1910 a 1933, vivieron en la Hacienda de La Candelaria en varias ocasiones; como también en la ciudad de México; en la Hacienda de Santa Rosa cercana a Tuxtepec, Oaxaca; en Torreón, Coahuila; en Monterrey, Nuevo León; Acapulco, Guerrero; Colima, Saucillo, Chihuahua (en 1932) hasta llegar a Delicias en 1933, el año de su fundación.
Su padre y su madre, así como ella y sus tres hermanos, fueron fundadores de Delicias, los primeros como adultos pues al arribo a estas tierras bordeaban los 50 años. Cargados llegaron de experiencias y de ilusiones.
Socorrito y sus hermanos crecieron con la incipiente población, entre tolvaneras, mezquites, bonanza y cíclicas crisis; vieron surgir y extinguirse fortunas. De la fiebre del oro blanco a la diversificación de cultivos, fueron testigos, en primera fila, de los avatares de la política. De todo ello hablará Socorrito en sus textos.
No era fácil ser mujer, todavía no lo es, pero hace 40, 50, 60 años era más difícil serlo, las voces de éstas se escuchaban en sordina, sus opiniones se medían en otras balanzas que no reflejaban el verdadero peso, consistencia y valor.
Las mujeres, no todas, pero si muchas de ellas, eran sostén y al mismo tiempo sombras y ecos de una sociedad dominada por el hombre, eran parte de una sociedad mutilada.”
NOTA: RECUERDEN LO ANTERIOR FUE ESCRITO HACE 17 AÑOS. Continúa el escrito-semblanza-presentación:
“Rosas de la infancia” de Doña María Enriqueta Camarillo y Roa, “Corazón, Diario de un niño” de Amicis, “Cultura y Espíritu”, Alcott, muchos libros religiosos, biografías de hombres y mujeres célebres (Juana de Arco, Isabel de Castilla, Florence Nightingale, Sor Juana, Santa Teresa, etc.), la famosa Colección Austral con Darío, Unamuno, Valle Inclán, Valle Arizpe, Marañón, Pérez Galdós, Shakespeare, etcétera… el Tesoro de la Juventud, la Enciclopedia Espasa Calpe (¿de 70 volúmenes? ¿O más?), Salvador de Madariaga. Libros y más libros de historia universal, de la Conquista de México, de la historia del México Independiente (Taracena, Alamán, Bulnes, Pereyra, Prieto, Vasconcelos, Aguirre Benavides, Alessio Robles, Fuentes Mares, Martín Luis Guzmán, la Historia Gráfica de la Revolución Mexicana del legendario Archivo Casasola), fueron algunas de las fuentes donde la poeta abrevó en esta época de su vida.
Su familia inició, en 1948, nuevos retos, nuevas aventuras, otra vez de pioneros, sin quitar un pie de la región de Delicias, fueron a abrir nuevas tierras en la región de Ceballos, otra zona desértica, aventura que terminó mal veinte años después. En ese tiempo Socorrito pasó largas temporadas en el desierto duranguense, en la frontera de la civilización, la Zona del Silencio, escuchando noche a noche la radio de onda corta (la XEW; la Hora Azul, El Doctor IQ, el Risámetro, las radionovelas, (¡Qué radionovelas!), las consejas. El punto culminante, en el año de gracia de 1958, fue cuando los cielos del desierto perdieron la memoria, o la recobraron (¿quién lo sabe con certeza?) y se desbordaron de agua; ahí los sueños y el trabajo quedaron anegados. La agonía de las tierras y los hombres siguieron su curso, Socorrito abandonó paulatinamente lo que pronto fue reclamado por el desierto, ella ya no volvió a vivir en Ceballos, aunque siempre lo llevó, hasta el fin de sus días con ella.”
NOTA EMOCIONADA: CUANDO ESCRIBÍ EL TEXTO ANTERIOR ESTABA REALMENTE INSPIRADO…
“Pero eso solo fue una parte de su historia, los 40´, 50´, fueron fructíferos en lecturas y asistencia a espectáculos teatrales, importante influencia fueron los trasterrados españoles asentados en la Comarca Lagunera, en donde pasó largas temporadas. También asistió a veladas literarias y tuvo vivencias de tradicionales pamplonadas y fiestas de San Isidro.
Ires o venires, nuevos aromas, comidas, paisajes, gentes, ciudades. En Delicias, sociedad de pioneros, las mujeres siempre fueron más fuertes que sus congéneres de otras latitudes, sólo así es posible explicar su rápido crecimiento económico, político y social. “
“Tenía más de 40 años cuando empezó a laborar en el naciente IMSS, en la misma época estudió la Secundaria en una escuela nocturna; los siguientes, casi 40 años los dedicó, de una u otra forma a aliviar el dolor humano: a la rehabilitación física, eso la humanizó aún más, la identificó con la parte más débil de la sociedad, con los de capacidades diferentes; la hizo desprenderse, cada vez más del materialismo y profundizar en el espíritu propio y colectivo; la preparó para lo que vendría a ser su vocación definitiva.
NOTA: ME SALTARÉ, en varias ocasiones, PARTE DEL TEXTO DEL 2004…Continúa el escrito-semblanza-presentación:
“Y llegó la televisión, en 1968 o poco antes…”
“De esta época es el “Canto a Chihuahua” de su inspiración más lograda;
“Chihuahua por doquier estremecida
valerosa en los embates de la vida
escucha la humildad de mis cantares…”
“Chihuahuense por adopción, sus raíces ya son tan profundas como las de los álamos, pinabetes y palmeras plantadas por los fundadores; su casa (construida-simbolismo o casualidad- sobre las ruinas de una casa que se le incendió décadas antes a su familia) para entonces conocida como la “Casa de las Palmas”. MÁS ADELANTE RETOMO EL TEXTO Y LOS RECUERDOS ASENTADOS EN LA SEMBLANZA.
“El último período de su vida fue el más fructífero. En la Tercera Edad, como Adulto Mayor, Socorrito soltó muchas de las ataduras y atavismos ancestrales, reinició y amplió sus horizontes como ser humano. Siempre había sido poeta, escritora, cronista, juglar, pero sus escritos, principalmente su poesía, eran un mundo privado, casi secreto. Lectora irredenta, aumentó su avidez por la lectura y por expresar sus recuerdos, vivencias y sentimientos, buscó, buscó y buscó… y encontró a un sinnúmero de personas; la mayoría más jóvenes que ella.
Socorrito nunca se reconoció senecta, siempre reclamó su ser, su vigencia, su pertenencia.”
PARA TERMINAR ESTA SEMBLANZA-HOMENAJE REGRESO ALGUNOS PÁRRAFOS DEL TEXTO ORIGINAL…
“EN EL AÑO DE 1983 se preparaban las celebraciones de los cincuenta años de Ciudad Delicias, El Club Rotario, uno de las principales instituciones organizadoras, decidió grabar un disco (aquellos legendarios de acetato de 33 revoluciones por minuto), Socorrito se animó y compuso unos inspirados versos, su composición fue seleccionada y grabada en la magnífica voz de Sergio Villarreal. Es parte importante del LP ”DELICIAS 50 AÑOS” que muchos delicienses aún atesoramos.
En el disco se le intituló “A Delicias” Socorrito originalmente la llamó “Epopeya del Desierto”.
Ella nos dice inspirada y profética:
“Se eclipsó para siempre la inercia/se ausentó la controversia:/al incentivo del trabajo/cantó el monte./La tierra se entregó/al paso del desmonte.”
Hasta pronto… diría Sabines: “NO LO SÉ DE CIERTO… LO SUPONGO…”
Las negrillas y subrayados son responsabilidad del escribidor.
MIGUEL HERRERA GOLARTE